Este es el anuncio del partido con el que todos estábamos soñando desde pequeños. Por primera vez en la historia, España está en una final del Mundial de fútbol. Ya no están Brasil, Alemania, Inglaterra, Italia, Francia o Argentina, los que veíamos hace años por televisión e imaginábamos lo bonito que sería estar allí. Ahora estamos allí... y hay que aprovechar una oportunidad que, muy probablemente, sólo tengamos una vez en la vida. Quizá no sea así pero hay que jugar como si lo fuera. Para llegar a este punto, además de jugar bien, hay que tener una pizca de suerte y esta vez hemos cumplido las dos premisas, cosa que nunca había ocurrido, más bien al contrario.
Ahora sólo nos queda disfrutar del momento y tener en cuenta dos aspectos que, hace un mes, ni siquiera nos planteábamos. El primero es el archifamoso Pulpo Paul que, aunque muchos estén haciendo bromas, chascarrillos, etc., y otros se burlen, la verdad es que el cefalópodo no ha fallado una en todo el Mundial... y ha vaticinado que España ganaría. Ojalá siga la racha. En el partido del tercer y cuarto puesto lo ha vuelto a clavar porque estuvo muy indeciso en el resultado hasta coger el mejillón alemán y el encuentro fue de idas y venidas y se lo pudo llevar cualquiera. Para coger la comida de la urna de España sólo le hicieron falta 1 minuto y 23 segundos y, desde el primer momento, se agarró a ella como si fuera una pulpo hembra.
El segundo planteamiento al que hoy regreso es el de la Justicia Histórica. Aquí ya no se sabe qué pasará porque Holanda tampoco ha ganado nunca un Mundial. Jugó dos finales: la de 1974 ante la anfitriona, Alemania, y la de 1978, ante Argentina, haciendo el mejor fútbol del campeonato, con Cruyff a la cabeza... pero perdió ambas. Esa Justicia Histórica podría querer devolverle lo que merecieron entonces. Por otro lado, España tampoco ha llegado nunca a esta cita y también ha hecho el mejor fútbol del torneo, lo que, para la Justicia Histórica, sería razón más que suficiente para tener que ganar. Sin embargo, mientras Holanda hace muchos años que espera ganar algo, España ya probó las mieles del triunfo en 2008. Duda existencial. Si España juega como sabe, ganará, pero la sombra de Suiza es alargada y el árbitro que pitará este encuentro es el mismo que el de aquel partido.
Estos 23 jugadores ya han logrado algo muy grande y, por eso, se merecen fiesta y recibimiento este lunes, pase lo que pase en el partido, donde espero que haya miles de aficionados porque nunca antes se logró llegar tan lejos, teniendo a deportistas impresionantes para poder hacerlo. Aun así, un 'gusanillo' nos recorre el estómago al imaginar la que se puede montar si esto se rubrica con una victoria... si Casillas vuelve a levantar un trofeo, más bonito si cabe que la Eurocopa, y que vendrá de las manos de su gran amigo Fabio Cannavaro... si se marca a fuego algo que ya se ha hecho, pero que no se recordará tan bien si no se vence: demostrar a todo el planeta que somos los que mejor jugamos al fútbol, los que mejor la tocan, los que aman al balón y desquician al contrario, de forma sana. Todos están de acuerdo en que somos los mejores... Nos toca darles la razón. PODEMOOOOOOOOOOOS.
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